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Cuatro incendios forestales grandes se registraron desde el viernes de la semana anterior en los cantones Chambo y Penipe, Chimborazo; así como en Píllaro y Patate, Tungurahua, que de acuerdo a los datos preliminares por lo menos 240 hectáreas de vegetación habrían sido afectadas.

Uno de los primeros que se registraron fue en el sector de Guayavillas, en donde por la acción de los cuerpos de Bomberos de Chambo y Riobamba, así como de los comuneros del sector se logró controlar las llamas.

No obstante, según Freddy Nieto, coordinador zonal 3 del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), en este incendio se perdieron aproximadamente 70 Ha de un área comunitaria.

Mientras que en Bayushig del cantón Penipe, también en Chimborazo, el incendio forestal que inició el viernes consumió aproximadamente 70 Ha, del que se tenía controlado alrededor del 80% del flagelo pero que por efectos de los vientos de la noche del martes se volvió a reactivar.

Con relación al incendio forestal que comenzó el lunes en el parque nacional Llanganates, en el cantón Píllaro, Tungurahua, dijo que personal del ministerio del Ambiente ha logrado controlar alrededor del 80%, que de manera preliminar se conoce la afectación en alrededor del 50 Ha de pajonal y vegetación pequeña propia de los páramos.

En el caserío de Puñapí, en Patate, provincia de Tungurahua, se logró controlar otro incendio forestal, pero que producto de este se produjo otro flagelo en La Joya Alta, hasta donde ayer martes se ingresó con personal de los cuerpos de Bomberos de Patate, Ambato, Baños, Mocha y Latacunga, así como del helicóptero de Aeropolicial que hizo varias descargas con lo que se logró apagar las llamas.

Que este miércoles el cuerpo de Bomberos de Patate realiza el seguimiento a los tres focos de calor que existen en la zona, pero que está controlado. Inicialmente se estima 50 Ha de afectación.

Incendios serían provocados

De preocupante, calificó Nieto a los incendios forestales que dijo en su mayoría son provocados, lo que determinan la falta de conciencia de las personas que los generan, conociendo que los flagelos producen una degradación ambiental por la pérdida de terrenos productivos, así como flora y fauna, que afectan a las vertientes de agua que existen en los páramos.

Hizo un llamado a la población para que se mantenga vigilante a este tipo de eventos para que cuando vean algo sospechoso o un conato de incendio en forma inmediata se comunique con el ECU 911 para poder desplegar los recursos que permitan controlarlos.

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