Durante un acto militar en Río Grande del Sur la noche del sábado, el presidente dijo que la población armada previene la posibilidad y “tentación” de los gobernantes de forjar un “poder absoluto”.
Bolsonaro ha pedido en redes sociales a sus seguidores esta semana que presionen al Senado para que rechace proyectos de ley que anulan la flexibilización en las reglas de posesión y portación de armas, las cuales fueron decididas por decreto.
Asímismo anunció que Brasil fue aceptado por Estados Unidos como un país aliado por fuera de la OTAN, situación que le garantizaría al país acceso prioritario a la compra de tecnología y equipamiento bélico norteamericano.
Gracias a ello, Brasil podrá “equiparse mejor e interactuar” con el mercado de defensa, afirmó Bolsonaro. El presidente Donald Trump había prometido evaluar el ingreso de Brasil como aliado en marzo pasado, tras un encuentro de los presidentes en Washington.
Además de defender la liberación de armas, una promesa de campaña que se convirtió en una de sus primeras medidas de gobierno, Bolsonaro volvió a hacer una apología del golpe de Estado de 1964, que instauró la última dictadura militar en Brasil.