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La Paz.- El Gobierno de Bolivia presidido por Evo Morales se encuentra a la espera de la resolución final por parte de la Corte Internacional de Justicia para abrir una nueva etapa para las negociaciones para que tengan acceso soberano al mar, aunque desde Chile indican que ese fallo no pondrá en jaque a la soberanía chilena.

El tribunal de La Haya emitirá el 1 de octubre la sentencia sobre la demanda boliviana que busca obligar a Chile a negociar una salida soberana al océano.

En una apuesta política, el presidente boliviano, Evo Morales, confirmó su asistencia a la lectura del fallo en el tribunal, acompañado de exmandatarios como Carlos Mesa y Jorge Quiroga, a quienes el jueves concedió una amnistía para que viajen y participen de un litigio con el que se busca “cerrar una herida”.

“Se trata de una causa que pone a prueba la responsabilidad compartida de dos Estados para acordar soluciones justas en el marco del derecho internacional. Bolivia tiene el mejor propósito de lograr con Chile, de buena fe, una solución duradera, sostenible y mutuamente satisfactoria”, dijo Morales en su intervención en Naciones Unidas esta semana.

Bolivia presentó en 2013 una demanda ante la corte contra Chile para conseguir un acceso soberano al océano Pacífico, el que perdió tras una guerra en el siglo XIX, cuando cedió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio en un tratado limítrofe suscrito en 1904.

En su defensa, Chile argumenta que no está obligado a negociar con Bolivia ya que las aspiraciones de la nación altiplánica fueron zanjadas hace más de un siglo.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, admitió que entre las posibilidades del veredicto destaca que se rechace la petición de Bolivia, otra es que se acepte la petición de La Paz y que una tercera solución intermedia sería instar a las partes a negociar de buena fe, con o sin un resultado predeterminado.

Santiago argumenta que la nación altiplánica desea revisar la historia de la guerra del siglo XIX y el Tratado de Paz de 1904, pero La Paz afirma que durante 150 años Bolivia “ha sufrido la injusticia histórica de no tener acceso al mar”.

El país denunció durante la fase de alegatos que Chile no cumplió sus promesas y obligaciones suscritas y que en varias ocasiones hubo acercamientos para negociar un “acceso soberano”, como un corredor terrestre y un puerto bajo su control.

Actualmente, Bolivia sale al Pacífico por los puertos chilenos de Arica y Antofagasta, y tiene gratuidad de almacenaje de un año para importaciones y de 60 días para sus envíos.

El excanciller chileno Heraldo Muñoz dijo que se han producido diversos contactos a lo largo de la historia y que éstos podrían retomarse en el futuro, pero bajo ciertas garantías.

“Sentarse Chile a negociar con Bolivia no representa ningún drama. Hemos estado dispuestos. Durante los gobiernos de Piñera, (Michelle) Bachelet, (Ricardo) Lagos hubo conversaciones exploratorias para ver la posibilidad de darle más acceso no soberano del que Bolivia ya tiene”, dijo Muñoz.

Expertos en Chile agregan que la disponibilidad de un Estado a conversar con sus vecinos no acredita una obligación a negociar ni menos a llegar a un acuerdo y agregan que el país ha hecho más de lo que contempla el tratado.

“Independiente de que Bolivia quiere una reivindicación marítima. La única forma de poder hacer eso es negociar otro tratado y eso implica una negociación completamente distinta que no está en juego hoy”, dijo el analista político Guillermo Holzmann.

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