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Cortesía de Diario El Universo

Es una gestión de cinco años y medio que parece “llegar a su fin”, dijo resignado este jueves el presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Gustavo Jalkh, después de haber salido de una accidentada audiencia pública en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCS) de transición, a la que acudió para exponer sus alegatos de descargo a un informe de investigación a su labor.

Jalkh, Ana Peralta, Néstor Arbito, Rosa Jiménez y Alejandro Subía llegaron al CPC a las 10:00 para cumplir esta fase, antes de conocer el próximo lunes, a las 10:00, si serán o no cesados (aunque podrán pedir recurso de revisión y el CPC revisarla por última vez).

Afuera del edificio, decenas de ciudadanos, separados por barreras de la Policía Nacional, gritaban arengas. “¡Esto no es pagado!”, decían los que apoyaban al CJ; y los contrarios les respondían: “¡Eso es pagado!”.

Jalkh fue el primero en exponer, y en sus 30 minutos desestimó varios ‘hallazgos’ del equipo de investigadores, amparados en más de 700 denuncias ciudadanas, de las que ‘29’ habrían sido analizadas.

Entre ellas está el informe de la Controlaría General del Estado respecto del concurso de selección de funcionarios judiciales; el concurso de renovación de la Corte Nacional de Justicia; la aplicación del llamado ‘error inexcusable’ y una ‘injerencia’ en la justicia.

Denunció que detrás de este análisis había algún “interés para desestabilizar la Corte Nacional de Justicia”, involucrando un “oscuro interés en tomarse” el organismo. Al terminar aclaró que quienes están en el CJ son gente ‘decente’ y no una ‘caterva’.

Se paró junto al público, en el que estaban funcionarios del CPC y varios abogados críticos a la gestión del CJ. Peralta iba a empezar su alegato, pero el presidente, Julio César Trujillo, la interrumpió para pedirle a Jalkh que se sentara. “Le ruego pasar, aquí tiene asiento”. “No, aquí estoy muy bien, doctor”.

“Aquí tiene que estar con sus compañeros. Usted no tiene ninguna jerarquía, acompañe a sus compañeros”, insistió.

El aludido pidió respeto, y Trujillo le dijo: “No me obligue a usar la fuerza pública para reducirle al sitio que le corresponde”. Jalkh se fue y en solidaridad Arbito salió. Le siguieron Subía, Jiménez y Peralta.

Según Trujillo, Jalkh se resistió a obedecer sus órdenes y en “rebeldía sus compañeros abandonaron la sesión y desistieron” de su defensa oral.

El pleno acabó. El consejero Xavier Zavala Egas se retiró. Quedaron seis, y aunque no es usual, Eduardo Mendoza lamentó el suceso, pero les criticó. “De una manera jalisca decir que ‘yo me voy donde quiera, me siento donde quiera’, como si ninguno de nosotros valemos nada. (Hay) solo un fondo: victimizarse”, dijo.

Zavala cree que el jueves hubo “sensibilidades encendidas” en un “ambiente caldeado”.

Sin embargo, precisó que ellos no conocen el contenido del informe interno, pero desde el jueves ya pueden conocerlo para tomar su decisión el próximo lunes, en el Teatro Universitario en Quito.

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