RIO DE JANEIRO (CRE.).-La iniciativa de la presidenta Dilma Rousseff de convocar a una Asamblea Constituyente que lleve a cabo una profunda reforma política desató polémica entre opositores, aliados y manifestantes, tras dos semanas de históricas protestas, en plena Copa Confederaciones.
Confrontada con las mayores manifestaciones en dos décadas, en reclamo de mejores servicios públicos y el fin de la corrupción arraigada en la clase política, Rousseff anunció el lunes un paquete de propuestas que incluyen un plebiscito para convocar una Constituyente que implemente las reformas políticas.
Pero frente a obstáculos técnicos que impiden crear una Constituyente para un fin específico, el Gobierno indicó ayer que analiza otras alternativas para conquistar su objetivo. “Hay varias maneras de alcanzar (la reforma política): una sería una Asamblea Constituyente, otra, colocar cuestiones en un plebiscito”, dijo el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
Más tarde, el Gobierno aclaró que habrá un plebiscito antes de octubre para la reforma política pero no dentro del formato de reforma constitucional. Las manifestaciones prosiguen en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Sao Paulo y Goiania, aunque con mucha menor fuerza que el jueves pasado, cuando más de un millón de personas se volcó a las calles para exigir mejores servicios públicos, denunciar la corrupción y los gastos en estadios de la Copa Confederaciones o del Mundial 2014, en vez de en salud o educación.
Fuente: AFP
