El fútbol argentino vive un nuevo episodio de la interminable violencia en el fútbol, que esta vez provocó que se suspendiera el clásico amistoso que tenían que disputar Newell’s Old Boys y Central, referentes equipos de la ciudad de Rosario.
Este clásico es uno de los más emocionantes del fútbol argentino, pero también uno de los que más sucesos violentos ha registrado en la historia de los mismos. Para esta edición, desde hace una semana ataques entre barras y atentados a las sedes de ambos clubes calentaban el ambiente.
Pero el punto más caliente se dio hoy, cuando la barra de Central debía pasar por un sector prioritario de hinchas de Newell’s, lo que conllevó a hechos violentos, que terminaron con fuego cruzado entre la Policía e hinchas de la ‘Lepra’.
Como resultado de esto, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe se reunió de manera inmediata, decidiendo suspender el encuentro por faltas de garantías y para evitar que se den más hechos violentos durante el mismo.
Otra vez los violentos ganan sobre los razonables en este deporte que debe ser fiesta. El fútbol vuelve a perder, y sigue demostrando el camino errado que en muchos casos sigue el mundo balón.
